SIDI, de Arturo Pérez-Reverte


Sinopsis de la editorial:

No tenía patria ni rey, sólo un puñado de hombres fieles.
No tenían hambre de gloria, sólo hambre.
Así nace un mito.
Así se cuenta una leyenda.

«En él se funden de un modo fascinante la aventura, la historia y la leyenda. Hay muchos Cid en la tradición española, y éste es el mío.»
Arturo Pérez-Reverte

«El arte del mando era tratar con la naturaleza humana, y él había dedicado su vida a aprenderlo. Colgó la espada del arzón, palmeó el cuello cálido del animal y echó un vistazo alrededor: sonidos metálicos, resollar de monturas, conversaciones en voz baja. Aquellos hombres olían a estiércol de caballo, cuero, aceite de armas, sudor y humo de leña.
»Rudos en las formas, extraordinariamente complejos en instintos e intuiciones, eran guerreros y nunca habían pretendido ser otra cosa. Resignados ante el azar, fatalistas sobre la vida y la muerte, obedecían de modo natural sin que la imaginación les jugara malas pasadas. Rostros curtidos de viento, frío y sol, arrugas en torno a los ojos incluso entre los más jóvenes, manos encallecidas de empuñar armas y pelear. Jinetes que se persignaban antes de entrar en combate y vendían su vida o muerte por ganarse el pan. Profesionales de la frontera, sabían luchar con crueldad y morir con sencillez.
»No eran malos hombres, concluyó. Ni tampoco ajenos a la compasión. Sólo gente dura en un mundo duro.»
Reseña:
Mucho cuero y demasiado honor.

Pues para empezar como habéis leído es que no hay sinopsis como tal, a cambio nos deja el autor unos cuantos párrafos que ya dejan entrever de va a ir esto, pero mas en las formas que en el fondo.. En cualquier caso lo que si sabemos es que trata de un gran personaje como fue Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid.

Comenzaré diciendo que esperaba otra cosa, algo más épico, a la altura de El Cid, y lo que queda en estas trescientas páginas es una historia lineal donde hay un exceso de polvo, de sudor, de cuero y de honor, quizás demasiado honor. No le voy a negar a Pérez-Reverte la maestría para encadenar palabras tan hábilmente como para mantenerte enganchado a una historia que en si no va a dejar ninguna huella en tu memoria. El caso es que cuando llevas 100 páginas no has leído nada digno de recordar, una escaramuza, una hueste siguiendo a otra y poco más, pero ahí estas tu absorto con esas 100 primeras páginas. Ahora la tarea es terminar para ver si esta historia desemboca en algo grande y… no llega. 
Nada que reprochar en cuanto al estilo, magnifico como siempre, quizás algo desmedido en datos (no hace falta saber cómo viste en cada momento SIDI, y esto a veces parece una pasarela de moda y ni mucho menos el nombre de todos los accesorios de los uniformes, monturas, y demás prendas), parece que hay una permanente idea de que sepamos que la documentación de la época ha sido exhaustiva, y creo que es innecesario para relatar una historia de aventuras, ya que supuestamente se trata de eso.

Una historia de guerreros en el siglo XI donde piensas que en las batallas y luchas estará el punto fuerte, y de pronto, en plena incursión, entre sangre, heridos y muertos Pérez-Reverte resuelve todo con un “Tunc, chas, tunc, chas” y otras veces con un “Clang, clang, clang” y entonces ya es cuando ves que la cosa no irá a más.

En fin, espero que vuelva el autor a otros temas que se le dan mejor, o si continúa con este, que le dote de una gran novela, épica y gloriosa como Ruy Díaz de Vivar se merece, porque esta aventurilla la podía haber protagonizado cualquier otro personaje.


El autor:
Arturo Pérez-Reverte nació en Cartagena, España, en 1951. Fue reportero de guerra durante veintiún años. Con más de veinte millones de lectores en todo el mundo, muchas de sus novelas han sido llevadas al cine y a la televisión. Hoy comparte su vida entre la literatura, el mar y la navegación. Es miembro de la Real Academia Española.

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